¿Demuestra su poder como solista Taylor Swift regresando a Spotify? ¿O es la plataforma de streaming la que confirma que es rentable también para los músicos? Lo cierto es que ambos ganan como sucede en casi todas las Elecciones, según el punto de vista desde el que se realice.
Las razones de la ruptura de Taylor Swift con Spotify
Hace 3 años, Taylor Swift abandonaba Spotify (y a los pocos meses Apple Music), argumentando que las plataformas de música en streaming no pagaban unos derechos de autor proporcionales al reconocimiento de su talento, así como que desvirtuaban la labor del artista, al ofrecer su contenido musical de forma gratuita, aunque fuese con limitaciones.
Económicamente no se puede negar que Swift tenía razón. La cantante es la solista con más ingresos del mundo, vende millones de cada uno de sus álbumes y, de hecho, justifica su regreso a Spotify como reconocimiento a sus fans, que han comprado en las ventas millonarias de su último disco 1989.
En consecuencia, Taylor Swift demuestra que los cantantes pueden seguir enriqueciéndose comercialmente sin las plataformas de streaming, ahora bien, ¿pueden vivir estas sin los artistas internacionales?
Spotify tiene a su favor el crecimiento de sus suscriptores de pago. Respecto a hace 3 años, la compañía ha crecido tanto en su servicio Premium que ahora los ingresos llegan a los 5.000 millones de dólares por derechos de autor.
Así que lo cierto es que, si bien hace 3 años para Swift participar en Spotify no era rentable, es posible que ahora con un incremento considerable de sus fans en esta plataforma, la idea sea más atractiva.
De hecho, la cantante ha anunciado que regresa al completo con toda su discografía, incluido su último disco. En teoría no pierde ventas porque la práctica totalidad de seguidores ya han comprado sus discos, si acaso mejora la rentabilidad que hasta ahora disfrutaba con sus canciones fuera de la plataforma.
La amenaza rival
No es tampoco casualidad el hecho de que su rival en el género, Kate Perry, acabe de lanzar su último disco. Swift y Perry están enzarzadas comercialmente (y también con algunos roces personales) ante la posibilidad de suceder a reinas como Madonna que están más cerca de ser leyenda que verdaderas rivales en las tiendas de discos. Spotify podría ser el cambio de batalla donde resolver quién es la cantante más admirada por sus fans.