Quien más, quien menos ha recibido alguna vez un calendario publicitario. Un regalo que suele llegar a finales de año (o a principios del siguiente) y que suele incluir el logotipo, la marca y otros detalles de la empresa que lo regala. Hoy queremos hablar, precisamente, de cómo los calendarios personalizados se han convertido en un excelente recurso para hacer branding durante los 365 días del año y así estar con tu marca en el top of mind de tu target.
Si tienes una empresa, es muy probable que estés constantemente buscando nuevas fórmulas para conseguir llegar a tus clientes potenciales, generar conversiones y aumentar tus ventas. La publicidad ha evolucionado de forma muy considerable gracias a la irrupción en nuestras vidas de internet y las nuevas tecnologías. Tanto es así que, hoy en día, existen formatos impensables hace unos años, como la publicidad en buscadores o los anuncios en redes sociales. Sin embargo, en el mundo offline algunos métodos clásicos siguen estando entre los preferidos para muchos por su efectividad y su excelente ROI. Uno de ellos son los regalos publicitarios.
Dentro de esta categoría, los calendarios personalizados son uno de los productos estrella. Se trata de un regalo relativamente asequible (pueden encontrarse calendarios de sobremesa y pared a módicos precios) que ofrecen múltiples ventajas para el branding. Éstas son algunas de las más destacadas:
- Bajo Precio: los calendarios, a diferencia de otros obsequios promocionales, pueden encontrarse desde precios muy bajos. Así, por ejemplo, si optamos por calendarios de sobremesa tendremos un producto realmente asequible para cualquier marca o empresa.
- Durabilidad: probablemente, la principal ventaja de los calendarios publicitarios para el branding sea su durabilidad. Lo cierto es que es un producto pensado para durar todo el año que, además, se suele consultar con mucha frecuencia (diariamente). Por este motivo, es perfecto para que nuestra marca quede en la retina y en la mente de los consumidores. Una excelente publicidad para cada día.
- Funcionalidad: un regalo publicitario debe ser siempre práctico y funcional, ya que de lo contrario, puede acabar en el cubo de la basura. Si se trata de publicidad sin más, el receptor no le da valor, no le presta atención y se deshace rápidamente de él. En cambio, si cubre una necesidad de nuestros clientes, se convierte un objeto útil que se usa con frecuencia y nos ayuda a promocionar nuestra marca con cada uso. Los calendarios cumplen perfectamente estos requisitos, ya que son funcionales y útiles durante los 365 días del año.
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