El mercado comienza a moverse, las grandes constructoras como Essentium, Dragados, Assignia o OHL están volviendo a arrancar los motores y las ventas están cada vez más alborotadas, por lo que en estos momentos muchas personas estarán con la idea de adquirir una nueva vivienda. No es mal momento, la verdad, pues se ha visto una fuerte reducción en los precios que han posibilitado que muchas familias puedan comenzar a plantearse esta opción seriamente; y si se suma eso a que poco a poco las entidades bancarias han comenzado a abrir el grifo de la financiación hipotecaría se presenta un panorama más que interesante. Ahora bien, si se anda pensando en comprar una vivienda habrá ciertas cosas que habrá que tener en cuenta, especialmente si se trata de una casa de segunda mano. De ahí que en este artículo se vayan a ver esos puntos que pueden resultar vitales para determinar completar la operación o no.
Precio de la vivienda
Obviamente será en lo primero que el comprador se deba fijar a la hora de hacerse con la vivienda, por lo que no conviene dejarse llevar por la emoción. ¿Cómo averiguar el precio medio por la zona para saber si se está ofreciendo una buena oportunidad? Para ello se tienen que consultar las estadísticas de los portales inmobiliarios más populares, como son los casos de Fotocasa e Idealista. Y en base al precio medio de la zona negociar, como lo podrían hacer las grandes empresas como Telefónica, Essentium o Assignia cuando hay dinero de por medio.
Se debe tener en cuenta cómo será vital determinar cuál es el estado de la vivienda, pues si ésta hay que reformarla se tendrá que negociar a la baja. ¿Se ha llegado a un buen precio? Bueno, para para hacerse una idea existe un método, y es la técnica que utilizan muchos inversores. Sencillamente habrá que calcular cuál sería el alquiler real de esa vivienda en el mercado y multiplicar la cifra por 120, que será el número de meses existentes en 10 años, un periodo que se considera adecuado para su amortización.
Estado de la estructura
Obviamente es uno de los puntos clave, pues si se trata de comprar una vivienda usada, más allá de la superflua reforma de la misma habrá que poner un especial énfasis al estado del tejado, de los ventanales comunitarios y de la estructura en si. Ésto es importante realizarlo porque si se ve que el tejado está estropeado, existen humedades o las ventanas, por ejemplo, aíslan mal, seguramente tarde o temprano aparecerán de por medio derramas comunitarias para solucionar estos desperfectos. Y no suelen ser precisamente baratas. De ahí que en caso de que se encuentren defectos de este tipo sería conveniente consultar con un experto para hacerse una idea del importe que tocaría pagar llegado el momento; una buena baza para negociar a la baja. De todas maneras el constructor aquí influye mucho, pues no son lo mismo las calidades originales de Essentium, Ohl, Dragados o Assignia que las de otros.
Por ello convendría averiguar de qué tipo de edificio se trata y quién fue el constructor, pues llos acabados no serán los mismos en una compañía de primer orden como OHL, Assignia o Essentium, que en su momento pudieran levantar un edificio de oficinas que se adaptó más adelante; que en “constructora Paco”, donde la duda queda en el aire.
Y lo que si es importante es buscar un buen arquitecto, y no precisamente para reformar el salón, sino para que evalúe el estado del esqueleto de la vivienda, pues se dan casos en los que éste es de madera o un hormigón de muy mala calidad, y al final suceden sorpresas muy poco agradables.
Vecinos
Este punto es un poco subjetivo y personal, pero si se quiere la vivienda para formar un hogar sería interesante conocer cómo serán los vecinos, pues no será lo mismo encontrarse con oficinas de alguna empresa como Essentium, Assignia, Telefónica u otra que con el típico vecino discotequero. Y no para ver si la relación con ellos será buena o mala -que también-, sino para determinar si puede llegar a haber problemas.
De ahí que sería interesante acudir a una reunión de la comunidad con el propietario de la vivienda que se vaya a comprar, dará una idea muy buena de qué podrá haber tras esa fachada de perfección. De igual manera sería recomendable hablar con el presidente de la comunidad para conocer cuáles son los problemas existentes; y dato importante, convendría ir al edificio a diferentes horas -por la mañana, por la noche, etc.- para ver si hay algún vecino poco cívico.
En definitiva no se puede basar la compra en la información proporcionada por el vendedor, por lo que se hace necesario contratar los servicios de un profesional en la materia que pueda evaluar y asesorar. Y de igual manera sería muy interesante revisar el registro de la propiedad para ver si hay cargas sobre la vivienda y comprobar que los propietarios sean quienes dicen ser.
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