Si tenéis ya cierta edad es probable que hayáis tenido problemas de perdida de pelo e incluso que os hayáis quedado sin éste, especialmente si sois hombres. ¿Voy muy desencaminado? Me parece que no, o al menos eso es lo que indican los datos, ya que la alopecia afecta en algún momento de sus vidas al 50% de los hombres y al 25% de las mujeres. Y a decir verdad es un problema muy habitual que encontraréis a vuestro alrededor en amigos, familiares y conocidos.
Dependiendo del grado de alopecia que se tenga y en función de si los folículos capilares siguen en su sitio hay diversos métodos con los que se puede tratar la enfermedad y darle solución en un periodo relativamente corto de tiempo. Nos encontramos con tratamientos como la mesoterapia, que consiste en la inyección de pequeñas dosis de vitaminas y aminoácidos en los folículos del cuero cabelludo, y se trata de una técnica especialmente ideada para aquellos que tengan una alopecia ligera donde la raíz aún esté presente. Luego tenemos el Implante capilar, una técnica más avanzada que resulta ideal para quienes ya no tienen los folículos disponibles.
Ésta última, la de los implantes capilares, es la única solución que tienen aquellos que hayan perdido definitivamente el pelo. Se trata de un procedimiento muy laborioso para el especialista encargado y necesita hasta un año para ver resultados definitivos, pero a decir verdad merece la pena. Es indoloro, y si bien hay que trasplantar miles de pelos, se hace llevadero.
¡Cómo se realiza un implante capilar?
El procedimiento es sencillo. Consiste en extraer los folículos sanos que se ubican en zonas donde el pelo no se cae, que son la nuca y los laterales de la cabeza. Acto seguido se procede a implantarlos en aquellas zonas donde es necesario. También cabe destacar cómo gracias a la tecnología existente a día de hoy en las clínicas dermatológicas que realizan este tipo actuaciones pueden llegar incluso a realizarse trasplantes de folículo en folículo. Y claro está, que al tratarse del propio cabello de uno mismo no hay problemas de rechazo.
El implante capilar se realiza en varias sesiones, dependiendo de las necesidades del paciente en cuestión. Pero para que os hagáis una idea no será hasta los tres meses cuando se empiece a observar de manera fehaciente el cambio, y como ya os comentaba, al cabo de un año el resultado será definitivo.