Recientemente McDonald’s ha abierto de forma oficial un nuevo establecimiento de sus restaurantes de comida rápida en la ciudad de Hanoi (Vietnam), lo que ha sido todo un fenómeno informativo y festivo en el país, entre otras cosas por los efectos empresariales y culturales que supone.
Las dificultades de McDonald’s en Vietnam
No es la primera vez que McDonald’s abre en Vietnam, de hecho comenzó esta expansión comercial al conocido país del sudeste asiático en 2014, pero los inicios no fueron fáciles. Otras compañías, como Coca-Cola, ya lo habían conseguido con anterioridad, pero el hecho de que la marca ofreciese comida en un país en el que este factor es de vital importancia social y cultural, le hizo recibir críticas tanto por el precio como por la calidad.
En Vietnam comer es relativamente barato, más todavía para los turistas que llegan con mayor presencia conforme pasan los años. Un McDonald’s equivale a un restaurante con precios que duplican los de la comida tradicional que también están disponibles para cualquier ciudadano en las calles vietnamitas.
Por descontado, no falta quien critica la calidad de la comida pensando que no está a la altura de los platos propios de la zona, entre otras cosas por la rapidez de preparación o la escasez de ganado en el país.
Pero McDonald’s lo cierto es que llegó a prosperar hasta el punto de abrir 16 restaurantes antes de llegar a Hanoi. Lo consiguió en parte por la reciente creada clase media con mayor poder adquisitivo y una nueva generación de vietnamitas alejados más todavía del conflicto histórico de su país con la primera potencia mundial a mediados del siglo XX y que están fascinados por esa cultura.
Consecuencias de la expansión de McDonald’s
Como resulta obvio, este conflicto hace tiempo que dejó de suponer un problema comercial grave entre ambos países, si bien cualquier llegada de una compañía del nivel de McDonald’s hace recordar las buenas relaciones existentes en la actualidad.
A nivel empresarial también es una oportunidad para otras compañías que quieran iniciar su actividad en Vietnam, dado que los ciudadanos del país cada vez están más familiarizados con la cultural comercial estadounidense y, de hecho, buscan nuevas oportunidades de probar lo que el país ahora amigo les puede ofrecer.