Microsoft se recupera. Parece ser ese el mensaje tras el balance de su último ejercicio fiscal, a cierre del 30 de junio. Después de que su sistema operativo dejase de ser el más utilizado del mundo, que sus paquetes de Office fueran enfrentados con plataformas de otras empresas muy similares y de que su negocio de móviles no terminase nunca de despegar, el gigante tecnológico sigue exigiendo su trono en el sector.
Lo cierto es que con Azure, su negocio en la nube, para haber vuelto a acertar de una forma imponente y con unos resultados económicos que validan perfectamente su idea comercial.
Contenidos:
Más de 30.000 millones de dólares en ingresos
Microsoft ha ofrecido los datos económicos de su último cuarto trimestre, dado que su ejercicio fiscal termina el 30 de junio. El balance es sorprendente positivo, llegando en ingresos hasta la cifra de 30.085 millones de dólares. Esto implica nada menos que una mejora del 17,5% con respecto al año anterior.
La máxima responsabilidad recae en Azure, que ha mejorado en su ganancia un 89%, así como también a la recuperación del paquete ofimático Office 365, con el que Windows parece haberse reconciliado con los usuarios.
Un descenso en los beneficios motivado por la reforma fiscal
Lamentablemente, en Microsoft no pueden celebrar el cierre del ejercicio fiscal todo lo positivos que les gustaría. Pese al notable incremento de los ingresos, en el balnce los beneficios no acompañan.
El negocio de Microsoft se deja así un 35% en el camino, reduciendo los beneficios hasta los 16.751 millones de dólares. Lo peor de todo es que no es ni culpa de la compañía ni tampoco del sector, que obviamente está en un auge imparable.
Este descenso tan abrupto de los beneficios se debe a la reforma fiscal que está afetando de forma tan dispar a las compañías estadounidenses.
En el último ejercicio, Microsoft tuvo que dejarse en el apartado de provisiones fiscales 19.903 millones de dólares. La misma partida correspondiente al ejercicio anterior era tan solo de 4.412 millones.