La empresa tecnológica china Huawei se enfrenta a sus primeras consecuencias, tras la detención de su vicepresidenta ejecutiva, Meng Wanzhou, en Canadá hace unas semanas.
Este primer efecto no se ha notado en las ventas de la compañía, habrá que esperar a que informen del cierre fiscal para ello. Donde se ha podido observar es en la desconfianza que las entidades crediticias reconocen albergar sobre la empresa.
Dos bancos de renombre internacional como HSBC y Standard Chartered, han sido los primeros en posicionarse sobre este tema. Según han anunciado, cesarán los servicios bancarios y de financiación hacia la compañía china.
Estos bancos, según medios de comunicación estadounidenses, argumentan un riesgo demasiado alto financiar una compañía como Huawei.
¿Puede sobrevivir Huawei sin financiación bancaria?
Huawei opera en la actualidad en 170 países. Su financiación se destina a obtener liquidez, financiar el comercio y, sobre todo, para financiar las operaciones o inversiones que realiza constantemente.
Para conseguir esta financiación, la empresa china se vale de 3 bancos. Los que le niegan de momento servicios financieros forman parte de este trío y solo queda Citigroup como entidad que presta sus servicios a la compañía.
Algunos medios ya están vaticinando que también Citigroup se apeará de este servicio, como han hecho HSBC y Standard Chartered. Sin embargo no hay nada confirmado todavía.
En todo caso, el aprovechamiento de un solo banco será insuficiente para que Huawei mantenga un ritmo de crecimiento como el que ha mantenido hasta el momento, por lo que su máxima prioridad a corto plazo es ahora buscar nuevos fondos de financiación.
Posteriormente Huawei sigue teniendo mucho trabajo. La compañía china ha visto cómo se ha perjudicado la imagen de su empresa con el escándalo de Wanzhou y el objetivo para 2019 debería ser limpiar esa mala reputación que sigue creciendo.
De forma complementaria, Huawei debe también evitar que la crisis se extienda a otras empresas, como aquellas que le aporten apoyo en tecnología o las que faciliten su distribución.
Si no frena esta caída en picado de su imagen y el rechazo se contagia a otras empresas, puede que la tecnológica deba volver a replegarse en su país, después de haber iniciado una importante expansión en Europa, comenzando desde España.