PSA, el grupo empresarial francés que tiene en su propiedad las compañías de Peugeot y Citroën, ha confirmado oficialmente que está negociando con la empresa estadounidense General Motors, la adquisición de su división europea en la que se encuentra Opel.
No hay detalles de la negociación o de las ofertas que podrían estar planteándose, pero sí es patente que la operación constituye un paso más en las sinergias que ambas compañías iniciaron el año 2012 y que, desde entonces, ha motivado un gran número de alianzas y operaciones entre los dos grupos.
Un año 2017 para el sector automovilístico
Una de las razones por las que Grupo PSA puede estar detrás de la compra de Opel se encuentra en el hecho de que 2017 se antoja un año difícil para el sector. Se han recortado las ayudas para adquisición de nuevos vehículos como el Plan PIVE, los precios siguen subiendo con la instalación de nuevas tecnologías y las promociones por ahora se desconocen.
En España, por ejemplo, las ventas de vehículos se han mantenido en enero, aunque el crecimiento ha decaído con respecto a diciembre de 2016 y se prevé que los siguientes meses el sector no tenga estímulos necesarios para una continuidad creciente.
Las pérdidas de General Motors
Pero pese a la situación actual del mercado, no es esta la principal razón por la que General Motors podría sentirse atraída por la operación de venta de Opel. La compañía ha presentado el balance general anual correspondiente a 2016 y ha confirmado pérdidas por valor de 257 millones de dólares en operaciones realizadas en la zona europea, por lo que la rentabilidad no está muy presente.
Aunque la cifra es considerablemente menor a la del año anterior, lo cierto es que desde que empezó el siglo General Motors acumula más de 15.000 millones en pérdidas y la sangría debe hacer que cese cuanto antes.
La operación de venta de Opel podría constituir, si no la salvación completa de esta situación, al menos un importante paso para buscar lo antes posible beneficios en Europa.