El mundo avanza hacia la adopción de métodos de trabajo más conscientes en todos los ámbitos. Las empresas están tras la búsqueda de un modelo de gestión que les permita obtener ingresos, pero que al mismo tiempo sea lo suficientemente saludable para sus conciencias. Así es como poco a poco se va viendo cómo más negocios deciden implantar medidas que ayuden al mundo que les rodea, lo que de una manera indirecta también les proporciona beneficios. Starbucks es la última que se ha unido a este carro.
Contenidos:
No más sándwiches en la basura
El compromiso que se ha decidido a seguir Starbucks en esta nueva identidad de empresa consciente implica que el 100% de los alimentos que no vendan irán destinados a los bancos de alimentos. Se trata de un refrescante cambio en el punto de vista de la empresa, que hasta ahora había tenido la costumbre de tirar los distintos productos que quedaban sobrantes en las vitrinas de sus cafeterías. Hasta ahora Starbucks ya había donado bolsas de té y de café, por ser fáciles de distribuir entre los menos afortunados, al no tener fechas de caducidad tempranas. Pero ahora creen que también debería extender su faceta solidaria al resto de sus productos.
Ha sido gracias a sus empleados
Starbucks es conocida por formar alrededor de su equipo de trabajadores una pequeña familia. Una familia que tiene capacidad para pronunciarse al respecto de las ideas que tengan y que suele apoyar al negocio por medio de distintas ideas. En esta ocasión la adopción del nuevo método solidario se debe, en gran parte, a las peticiones realizadas por los propios empleados, que eran conscientes de que estaban tirando a la basura demasiada comida. La medida se implementa en Estados Unidos a través de un proceso de colaboración con la organización Feeding America y posiblemente también se vea reflejada en el resto del mundo.
Cambiando el mundo con pequeños actos
La intención de Starbucks es cambiar el mundo a base de pequeños actos. Las previsiones apuntan a que en el año 2021 estarán proporcionando 50 millones de comidas a personas necesitadas. En este proceso la empresa se ha convencido de que es fundamental asegurarse de que la comida llega en buen estado a quienes se la van a comer. Para ello han realizado varias pruebas de transporte, poniendo a prueba la durabilidad de los sándwiches en un entorno hostil, con temperaturas demasiado altas que podrían afectar a su calidad. Por ahora todos los resultados han sido positivos.