La semana está siendo dura para el euro. Después de evitar una crisis financiera por la inestabilidad con Grecia, la moneda europea ha visto como sus rivales más directas presentan un futuro en el que están reforzadas y, de forma oficial, dan por cerrada la crisis económica internacional.
Ayer el Banco Central Europeo (BCE) cerró la sesión fijando el cambio del euro en 1,1009 dólares, frente a los 1,0966 dólares a los que había llegado. Pero ya no es posible mirar a Grecia.
Los inversores se vuelcan en empresas como IronFX de brokers y gestión de divisas para poder entender las variables que están afectando a la depreciación del euro y, de esta forma, conseguir mejor rentabilidad.
En esta semana el declive del euro es debido en parte a un factor externo, el de las subidas de tipo de interés que la presidenta de la Reserva Federal Estadounidense (FED), Janet Yellen, anunció hace unos días. Precisamente ayer, Yellen compareció en su reunión semestral con el Congreso de los Estados Unidos y respaldó las subidas de tipos de interés a efectuarse antes de final de año.
Los analistas, sin embargo, fijan esta subida hacia el mes de septiembre, por lo que los acontecimientos después de verano podrían traer a un dólar mucho más reforzado respecto al resto de divisas. De hecho, Yellen acentuó la positividad con una información sobre el crecimiento de la producción industrial del 0,3%, cuando se llevaba 6 meses seguidos anunciando un descenso continuado.
Y no es la única moneda que podría ver cómo la subida de tipos de interés le afecta directamente. Fue justo ayer también cuando el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, hizo unas declaraciones al respecto, en las que indicaba la proximidad de una acción similar a la de sus homólogos estadounidenses. En su caso, sin embargo, el acontecimiento sería todavía más significativo, pues los tipos de interés se mantienen en un 0,5% histórico inamovible desde el año 2009.
Igual que con el dólar, las simples declaraciones en torno a este tema han propiciado un aumento del valor de la libra, por encima tanto del dólar como del euro. De la moneda europea, sin embargo, no se espera un claro repunte los próximos días, más aún cuando las negociaciones cerradas con Grecia han dejado un sabor amargo en la situación económica de la Unión Europea (UE), que ve descender la fortaleza hasta ahora irrefutable de la moneda en común.
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