Lejos parece estar ya la época del problema de las emisiones de gases contaminantes para Volkswagen. La compañía de origen alemán ha presentado sus resultados económicos en 2018 y son notablemente mejores a los de 2017, con un incremento del beneficio neto de hasta el 5,8%.
11.000 millones de beneficios
La facturación de Volkswagen durante el año 2018 ha ascendido hasta los 235.000 millones de euros. Esta imponente cifra representa además un crecimiento con respecto al periodo anterior de un 2,7%.
En la práctica, ha supuesto un volumen de entregas que llega hasta los 10,8 millones de vehículos en todo el año, un 0,9% mejor que el año anterior.
Por último, esto ha tenido su lógica representación en los beneficios obtenidos. Volkswagen ha conseguido un total de 11.827 millones de euros en beneficio neto, un 5,8% más que lo obtenido durante el periodo anterior.
Resultados operativos positivos, pero mejorables
El primer ejecutivo de Grupo Volkswagen, Herbert Diess, ha hablado en relación a estos resultados operativos. Para Heiss de forma general los datos son positivos, sobre todo porque representan una mejora con respecto a años anteriores.
Pero lo cierto es que el directivo considera que podrían haber sido mejorables, si se hubiese podido evitar ciertas situaciones conflictivas.
Una de estas situación es la correspondiente a los nuevos estándares de emisiones, que se implantaron a partir de la segunda mitad del año. Esta desconfianza de los consumidores en los vehículos diesel se ha visto reflejada en prácticamente todas las empresas del sector. Sin embargo, del balance de Heiss se concluye que la rentabilidad habría sido mucho mayor en caso de que esta crisis automovilística hubiese estado mejor controlada.
De hecho, las perspectivas en 2019 son mucho más positivas. No se descarta un crecimiento constante que podría llegar hasta el 7,5% en lo que respecta a la venta de turismo y del 7% en el caso de los vehículos comerciales.
Con todo, se mantienen unas perspectivas a la baja respecto a la venta de coches diesel, aunque no tan acusada como lo sucedido en el año 2017 y 2018.